Esta es la historia de Umba, originaria del Congo, de 31 años y madre de una niña de 8, participa en el proyecto piloto LIME en Roma.
Llegó a Italia hace 16 años, después de algunas experiencias en Polonia, Alemania y Francia, sintió que había echado raíces en el país al que llegó con sus padres de niña, tímida y reservada, sin conocer la cultura y el idioma.
El equipo de ALDA tuvo una amable conversación con ella durante la cual nos enteramos de su experiencia de integración y participación en el proyecto LIME.
Llevas mucho tiempo en Italia, ¿cómo te encontraste al principio y cómo te sientes ahora?
La llegada de Umba a Italia no tuvo ningún inconveniente, sin embargo los primeros meses en la Escuela Secundaria fueron difíciles: «No conocía el idioma, era tímida y no permitía que los demás entraran en mi mundo». Al principio, el hecho de no poder comunicarse con los otros hacía que Umba se sintiera perdida, pero después del colegio «me abrí a los demás y a la cultura italiana», nos dijo, tanto que ahora «me resulta difícil pensar en integrarme en un nuevo país porque aquí ya no me siento extranjera y he construido mi vida».
¿Qué estás haciendo ahora? ¿Cómo te entereaste del proyecto LIME y cómo te encuentras?
Buscando un trabajo en Google, Umba encontró el anuncio de formación del proyecto LIME en la página web del CIES, nuestro partner. Teniendo en cuenta algunas de sus experiencias laborales anteriores, encontró una pasantía como cajera en Eataly y dentro del programa LIME está siguiendo un curso de autoemprendimiento: «es muy interesante y me ayuda a adquirir las habilidades para abrir mi propia empresa por un día».
El sueño de Umba es abrir un bar/restaurante de cocina típicamente africana en Roma, donde no hay muchos otros. Lo haría por los muchos africanos que carecen de sabores caseros pero también por los muchos italianos que sienten curiosidad por descubrir su cocina. «Se me ocurrió la idea de dar a la gente que no puede permitirse viajar la oportunidad de aprender sobre la cultura africana. Estar abierto a los demás y ser curioso sobre su historia y sus tradiciones es lo que nos permite integrarnos».
No siempre ha sido fácil para Umba, dividida entre una pasantía, cursos de formación y su pequeña niña. El Covid lo empeorò, a pesar de esto: «gracias a Dios que tuvimos la oportunidad de continuar el curso en línea y no aislarnos».
¿Qué sugerencia daría a otros africanos que vienen a Europa y qué sugerencia nos daría a nosotros en el proyecto LIME para mejorarnos, ya que tù fuiste una de las primeras participantes en ser seleccionada?
Para nosotros, los del proyecto, Umba dice que nos tenemos que quedar exactamente así: «el personal del CIES es ahora una familia para mí, han hecho todo lo posible para ayudarme, me han conocido como persona, con mis debilidades y mis fortalezas y espero que puedan iluminar el camino de los demás como lo hicieron conmigo«. Gracias a LIME Umba se ha hecho amiga de otros participantes y nos ha dicho que ha aprendido algunas nociones que puede aplicar en su vida diaria y que le permiten mejorar su trabajo pero también personalmente.
A los que llegan a un nuevo país, Umba les sugiere abrirse lo más posible a los demás: «Antes de buscar ayuda, ayúdense a sí mismos, no se cierren en sí mismos, traten de comunicarse en todos los idiomas con los que les rodean». Umba confiesa que hoy se siente más rica porque tiene algo propio, pero también algo de Italia en ella y esto es lo que le gustaría que todo el mundo probara abriendo su restaurante.
Deseamos de todo corazón a Umba que realice su proyecto y le agradecemos que nos haya enseñado algo más sobre lo que significa integrarse!
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